sábado, 25 de junio de 2011

Destrucción de la población civil

Picasso y su Guernica
“La muerte de una persona es un hecho trágico, pero la muerte de un millón es simple estadística.”
Joseph Stalin


Hemos crecido con la “costumbre” de recordar muchas de las masacres que unos pueblos han infringido a otros, inclusive ciudadanos contra ciudadanos del mismo país.


Por eso tomo prestado la obra de Picasso “Guernica”, que tal vez resume todos los homenajes y las críticas que cualquiera de nosotros, siente y proclama contra la barbarie hacia nuestra propia gente.


Uno de los menos mencionados, a pesar que nos atañe directamente a los americanos, es la matanza realizada por los europeos contra nuestros indígenas, algunos estudios calculan que la cifra de muertes por violencia o por enfermedades (entre ellas la sífilis), fue de 65.000.000 de nuestra gente primigenia, lo que significa uno de los más atroces  genocidios jamás cometido contra nuestra propia especie.


Otro y tal vez de los más publicitados ha sido la muerte de millones de judíos (alrededor de 6.000.000) en los campos de concentración nazis (Auschwitz, Dachau, Belzec); un hecho que toda la humanidad repudia y que pensamos que nunca más volvería a repetirse…

...Pero lo más inhumano y que no puede justificarse nunca: es que la nación judía convierta los sufrimientos recibidos por un imperio (en este caso el alemán) y los devuelva como venganza contra otro pueblo desarmado.

Lo que sucede en palestina, es intolerable, parece que se repite lo mismo del gheto judío, con la agravante que hablamos de millones de personas hacinadas sin alimento, sin escuela, sin futuro… en pleno siglo XXI.

En estos días se recordaba otro aniversario de La Nakba, (la “catástrofe”), cuando el estado Judío expulso de su territorio a 760.000 palestinos (en la actualidad esa cifra llega a 4.8 millones de personas); y para celebrar este aniversario, Israel nos regaló, ese día: 15 muertos y cientos de heridos.

Alguien mencionó (parafraseando a Stalin), que si alguien nos hablaba de una persona muerta, averiguábamos su nombre, nos sentíamos muy triste y pensábamos en la madre del difunto; si nos hablaban de dos, pensábamos en la congoja que siente sus familiares y amigos, si pasaban de tres los muertos, solo contestábamos… ¡Caramba! y seguíamos nuestro camino, pero cuando nos hablan de más de 6 víctimas, nuestras mentes se cierran, no entienden la cifra, no están preparadas biológicamente para entender la magnitud de la tragedia, me imagino que se activa el switch de protección de la especie y solo guarda el hecho dentro de la carpeta “Peligro”.

Pero parece que, desafortunadamente el ser humano ha ido llenando tanta la carpeta de “Peligro”, que esta ha ocupado el espacio reservado para otros archivos como “Humanidad” “Solidaridad”, “Amor” y el hecho de la modernidad nos ha obligado a cambiarle el nombre por el de “Estadísticas”, acostumbrándonos a cifras de millones de personas muertas, convirtiéndonos en una especie ajena a nuestro medio. Una especie “Anti-natura”.

Veamos mas “Estadísticas”:
La segunda guerra mundial dejó como resultado la muerte de casi sesenta millones de personas, sin contar con los heridos (mutilados e inválidos).

Las bombas que dejó caer EE.UU. (1945) en Japón dejaron 175.000 muertos, sin contar con los heridos y las aún taras que sigue produciendo la radiación.

Argelia (1956-1962) Francia en nombre de la libertad “produce” 1.200.000 argelinos muertos.

En la actualidad, ya casi no nos impresionamos, cuando hurgamos en la Web y vemos las noticas que nos hablan de “conflictos”; si no, veamos lo que, para mencionar algunos hechos, sigue pasando en Guantánamo o en Irak o en Afganistán o Libia.

En Irak, tratando de democratizar ese país van, para octubre de 2010, 70.000 civiles muertos.

La coalición que intenta llevar a Afganistán a la “Democracia” ha generado 2.518 muertos (hasta junio 2011) en sus filas y han asesinado a más de 1.000.000 afganos muertos.

EE.UU, cree (abril 2011) que “los muertos en libia pueden (antes de la intervención de la OTAN), llegar de 10.000 a 20.000 o 30.000… pero es muy difícil saberlo” (según Gene Cretz, embajador de USA en Trípoli). Lo cierto es que van 100 civiles muertos a causa de los bombardeos en nombre de “Proteger a la población Civil”.

Es, en fin,  la violencia de un imperio y sus secuaces (sedientos de agua y de petróleo); en el caso de Europa, con las mismas carencias, pero agregándole la falta de dinero (por ello “retiene” o ¿roba?  Los 200 mil millones de dólares, pertenecientes a Libia) para solventar su crisis.

Y es que no les importa ¿inventar cuentos? como:
Armas de destrucción masiva (que nunca aparecieron), la lucha contra el terrorismo (muchos “científicos” todavía cuestionan a quienes cometieron el ataque a las torres gemelas), el bombardeo indiscriminado de gente (que las otras potencias, a pesar de la tecnología actual, nunca han verificado).

todas estas “razones” difundidas a través de los grandes medios, sirven para justificar, en nombre de nuestra religión católica, que aún tiene muchas cosas que explicar ante Dios y ante el hombre (el terror de la inquisición, la complacencia ante el régimen de Hitler, La pederastia de muchos sacerdotes, entre otros) y de nuestra “Democracia…”, intentan, repito, menoscabar la cultura  y su religión (que la mayoría de nuestros habitantes desconoce) y que al igual que la católica, la judía y la musulmana, tiene el mismo origen: El profeta Abraham, y cuyo libro sagrado “El Corán”, desconocemos totalmente.

Por cierto, nos han habituado a escuchar “barbaridades” de este libro sagrado, pero aquí una de sus reflexiones, que nunca nos muestran las noticias:

 “Quien mate una persona, sin que esta haya cometidos  homicidio o sembrado la corrupción en la tierra, sea considerado como si hubiera asesinado a toda la humanidad. En cambio, quien la salve será considerado como si hubiera salvado a toda la humanidad”

Para ver más:
http://www.portalplanetasedna.com.ar/masacres_humanas.htm

jueves, 9 de junio de 2011

Cuando un Niño muere en San José (Aníbal Isturdes)

Aníbal Rodríguez Isturdes

Atrapado en la calle, entre el fuego de bandas rivales, o de malandros que juegan a la muerte, un niño de ocho años se acurruca contra el suelo, tratando de eludir el tiroteo, así se lo enseñaron.
Mas las balas no respetaron su edad, ni su posición, y segaron su vida.
Tomamos esta poesía de la publicación  bimestral “Centro de Comunicación Humanista San José, A.C.” y su autor es el amigo Aníbal  Rodríguez Isturdes, Director Vecinal “Lope Mendoza” YMCA-San José, el cual la dedicó a  este niñito muerto injustamente.

Cuando un niño
muere en San José
nadie lo quiere…
a nadie le importa…
Este tucusito
de barrio pobre
con su guante roto…
Cuando a un niño 
lo matan en San José
nadie lo quiere
su alma de perolito
con su pan y bendición
su perinola rota
nadie lo llora…
Cuando un niño
muere en San José
nadie lo bendice…
En una hebrita de sol
se entristece el barrio
se entristece la calle
llora su madre
con candiles en sus ojos
y papagayos al cielo
sus antenitas
de hormigas
a nadie le importa…
Cuando a un niño
lo matan en San José
a nadie le importa
su franela roja
que sirve de coleto
a la calle sucia…
Cuando un niño
muere en San José
nadie lo llora
volver a cantar
al otro año
su cumpleaños feliz
niño del alma…
Mi niño del alma…

Esta poesía fue escrita en el año 1994, hace ya veintiún  años, lo que demuestra que la delincuencia no es un problema de ahora, ni de mañana, ni de un gobierno en particular.
La delincuencia es el producto de una sociedad ( y eso me incluye… y a mis padres, mis amigo, mis maestros, mis gobernantes, etc.) donde los valores morales y espirituales se han perdido a causa del  efímero afán de ganar  dinero, hemos sido criados y educados  con ese solo motivo ( aunque muchos lo nieguen, dándonos golpes de pecho) y mucho tiene que ver los medios de comunicación, sobre todo la televisión que nos bombardea permanentemente con una publicidad, donde si no puedes consumir lo que anuncian “Tú no estás en nada” .
…Y un ejemplo es el niño que marcha al colegio con un humilde morral, y tal vez con unos zapatos viejos y al llegar a la esquina mira a otro niño de su misma edad, tal vez analfabeta,  pero vestido a la última moda, con zapatos costosos, y poseedor de una “tronco e’ moto”, que en vez de ir al colegio, vende “coca”… Y entonces se pregunta 
¿Qué coño hago con estos libros?...