UCSAR |
La mañana comienza y bajo la bruma se esconden grandes edificaciones.
Atisbo a ver entre ella sendas cúpulas de la iglesia “La Pastora”, el poco sol me deslumbra al verse reflejado sobre los techos de la casas vecinas; mi vista se inclina un poco hacia la izquierda y el rojo de las tejas resplandece ante el gris del concreto y el cemento.
Algo llama la atención… y el campanario de mi Universidad se yergue altivo por encima del verdor que lo rodea.
Cada día, en medio del bullicio de mi calle y acobijada por la sombra de centenarios arboles me dirijo a ella.
En la entrada junto a hermosos jardines, me saluda el bronce del libertador, su cabeza inclinada un poco hacia la izquierda, parece indicarme el camino hacia donde debo dirigirme.
Su fachada poblada de grandes ventanales me abre sus puerta, hoy se escucha el cliquear del
torniquete de la entrada.
Detrás de mí viene mi amiga Inés, ella tiene 47 años y está cursando junto a mí el último semestre de Educación (mención Integral), nuestra diferencia de edad no es un problema de comunicación, hoy en día es normal conseguir en la universidades alumnos incluso de 60 años, esto es debido a la facilidad que el estado a abierto a la educación superior.
Hoy simplemente vinimos a reunirnos para preparar el ensayo de nuestra próxima disertación, nos reunimos en el cafetín, que queda al frente de la fuente… allí estuvimos trabajando hasta las dos de la tarde, cuando ya nos retirábamos tropezamos con Rafael, hablamos sobre el proyecto que vamos a presentar y al pasar por el frente de la capilla, decidimos entrar para solicitar la ayuda del Señor en nuestro examen, no está demás la ayuda celestial en estos casos.
Al salir le pregunte a Rafael, si él sabía algo de la historia de esta edificación.
Y como “no” le gusta hablar, nos lanzó un discurso como de una hora; aquí sintetizo lo que nos dijo:
Esta institución a pesar de ser fundada en la actual edificación como Escuela Episcopal en 1920, tiene unos antecedentes históricos que se remontan a 1696 con la inauguración oficial del “Colegio Seminario Santa Rosa de Lima” y en 1725 “Real y Pontificia Universidad de Caracas” (hoy Palacio Municipal de Caracas), en especial con la Capilla de igual nombre, ya que en ella y gracias a los conocimientos adquiridos en el “Seminario”, muchos de sus estudiantes decidieron el 5 de Julio de 1811, la declaración de Independencia.
Luego fue creada (1827) en esa misma edificación, mediante decreto de Simón Bolívar, la “Universidad Central de Venezuela”, la cual posteriormente fue trasladada a el Convento de San Francisco, hoy “Palacio de la Academias”
La Categoría de Universidad fue aprobada por el Consejo Nacional de Universidades en el año de 1999 y en el año 2003 recibe su actual nombre: UNIVERSIDAD CATOLICA SANTA ROSA (USAR)
Esto lleva a considerar a nuestra Universidad Santa Rosa “como el recinto académico más antiguo de Venezuela, dado que sus inicios se remontan a la época de la colonia cuando el entonces Seminario Santa Rosa se convierte, no sólo en pionero del movimiento intelectual y espiritual de la nación, sino que su filosofía sirve de génesis para lo que hoy día se conoce como Universidad Central de Venezuela”.
Ahora que sé lo que significa para nuestra Venezuela, esta hermosa casa de estudio, debemos verla con mayor respeto y cariño para poder conservarla y siga siendo parte importante de nuestra historia.
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